La realización de pozos de agua subterránea requiere no solo del conocimiento técnico en cuanto al estudio del suelo, sino que también sobre las cuestiones legales que esta práctica involucra.

En primer lugar, el derecho de aprovechamiento de aguas subterránea faculta a una persona jurídica o natural para acceder al agua, el cual es un bien de uso público.

A continuación, se verán los aspectos cruciales en cuanto a la normativa actual que involucra a los pozos de agua subterránea y sus usos respectivos.

Legislatura vigente

El Código de Aguas, fijado desde 1981, estipula en su título I señalado como «Disposiciones Generales» y II «Del Dominio y Aprovechamiento de las Aguas», cómo se dividen las aguas, cuáles se consideran, su calidad de bien público y los requisitos para el ejercicio del derecho, entre sus más importantes asuntos.

Artículo 12: sobre las características de los derechos

En primer lugar, se declara que los derechos son consuntivos y no consuntivos. En cuanto a su periodicidad, estos se pueden ejercer permanente o eventualmente; de manera continua o discontinua o alternando entre varias personas.

Artículo 13: sobre el derecho consuntivo

Respecto al derecho consuntivo, el artículo menciona que este «…faculta a su titular para consumir totalmente las aguas en cualquier actividad». En este caso se comprenden actividades como consumo de agua potable para consumo humano y de animales, para industrias manufactureras o agropecuarias. Lo importante a considerar es que en estos se extrae el agua y se consume desde su lugar de origen.

Artículos 14 y 15: sobre el derecho no consuntivo

En cuanto al no consuntivo, el artículo 14 menciona que este es «…el que permite emplear el agua sin consumirla y obliga a restituirla…». Esto comprende, a diferencia del artículo anterior, un uso relacionado a las prácticas laborales en el agua. Además, este posee una condición, que corresponde a la restitución de esta; esta va relacionada a la forma en que se adquiere y trabaja el agua. Unos ejemplos de estas prácticas son: la piscicultura, la generación eléctrica, el transporte y actividades recreativas como canotaje o remo en donde el uso ocurre en el ambiente natural sin extracción o consumo del recurso.