Cuando se trata de perforar un pozo, muchas personas piensan únicamente en la profundidad, el tipo de bomba o el caudal necesario. Sin embargo, uno de los factores más decisivos para lograr una captación exitosa es la geología del terreno.
La composición del subsuelo no solo determina la disponibilidad del recurso hídrico, sino también su calidad, accesibilidad y comportamiento a lo largo del tiempo. Comprender cómo actúan las distintas formaciones geológicas es clave para diseñar estrategias de perforación efectivas y sostenibles.
Antes de perforar cualquier pozo, es necesario conocer a fondo la estructura del terreno. Esto se logra mediante estudios geológicos e hidrogeológicos que permiten:
Empresas con experiencia, como Sondagua, realizan este tipo de análisis para garantizar perforaciones seguras y eficientes.
Cada tipo de terreno ofrece características diferentes en cuanto a porosidad, permeabilidad y retención de agua. A continuación, se detallan los más comunes y cómo influyen en la captación hídrica:
Este tipo de suelo es altamente favorable para la captación de agua. Su alta permeabilidad permite el paso y acumulación del líquido con facilidad.
Las rocas duras no almacenan agua por porosidad, sino por sus fracturas internas. Cuando estas fisuras están conectadas, pueden formar conductos de gran capacidad.
Estos terrenos retienen agua, pero tienen baja permeabilidad, lo que dificulta la circulación y recarga del acuífero.
Dependiendo de su densidad y composición, pueden tener buena capacidad de almacenamiento y permitir flujos subterráneos significativos.
El análisis del subsuelo puede realizarse mediante varias técnicas, entre ellas:
La elección de la técnica dependerá de la complejidad del terreno, el presupuesto disponible y el objetivo del proyecto.
Además del volumen, la geología incide directamente en la composición química del agua. Algunos ejemplos comunes:
Realizar análisis físico-químicos del agua extraída es indispensable para saber si el recurso es apto para consumo humano, riego o uso industrial.
La geología no solo define si hay agua o no, sino también cómo se comportará el pozo a lo largo del tiempo. Algunas variables clave:
Estas variables son esenciales para estimar la vida útil del pozo, elegir la bomba adecuada y prever tareas de mantenimiento.
Un profesional en geología o hidrogeología es quien interpreta toda la información del terreno para definir la ubicación óptima del pozo, el tipo de perforación y la profundidad necesaria.
Su intervención permite:
Empresas como Sondagua cuentan con este tipo de expertos, lo que les permite ofrecer soluciones integrales de captación adaptadas a cada proyecto.